Liopleurodon (gr. "dientes de caras lisas") es un género de plesiosaurios pliosáuridos que vivieron en el Jurásico Medio (hace aproximadamente 160 y 155 millones de años), en lo que hoy es Europa.
Los liopleurodontes eran unos nadadores muy ágiles, pese a su enorme tamaño, con un cuerpo musculoso e hidrodinámico, con cuatro aletas muy potentes. Para avanzar, empujaba para abajo las aletas delanteras, y para aumentar la velocidad accionaba hacia atrás las aletas traseras, esto sugiere que Liopleurodon podía alcanzar una gran velocidad.
Era capaz de perseguir velozmente y por largos períodos a su presa, e incluso podía sumergirse a grandes profundidades sin problema. Los estudios del cráneo han demostrado que podría explorar el agua con sus orificios de la nariz para comprobar la procedencia de ciertos olores. Liopleurodon era un súper-carnívoro y es improbable que tuviera algún depredador.
Este gigantesco animal probablemente “volaba” por el mar, tal y como hacen las tortugas marinas de hoy en día. Para avanzar, empujaba hacia abajo las aletas delanteras, y para aumentar la velocidad accionaba hacia atrás las traseras. Este monstruo marino podía mantener una persecución durante largo tiempo, y conseguir su presa cuando esta disminuía el ritmo debido al cansancio.
La criatura descubierta en México era un pliosaurio joven, de unos 18 metros de largo y un peso estimado de 25-30 toneladas, y fue hallado en una expedición conjunta de paleontólogos alemanes y mexicanos dirigidos por Eberhard Frey y Wolfgang Stinnesbeck. La prensa le dio al descubrimiento el sobrenombre de “Monstruo de Aramberri”, en honor a la ciudad Mexicana situada cerca de donde fue encontrado.
Aunque a lo largo de la historia se han hallado muchos restos de Liopleurodon, ninguno fue encontrado tan completo como el descubrimiento de México. Estos restos han sido enviados al Museo de Historia Natural de Karlsruhe (Alemania), donde los paleontólogos quieren extraerlos cuidadosamente de la piedra que los rodea y estudiarlos para averiguar cómo vivía este monstruo de las profundidades e incluso estudiar qué comió en su última cena; los restos del Liopleurodon fueron hallados junto a restos de reptiles acuáticos de menor tamaño (ictiosauros), de los que probablemente se alimentaba.
Una vez terminado el estudio, el Museo de Historia Natural de Karlsruhe hará una copia de los restos y devolverá los fósiles originales a México, pues este pliosaurio forma parte de su herencia cultural.